Trump se pone nervioso por huída de capitales y pausa 90 días sus aranceles más altos

Internacional | 10 de Abril de 2025

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El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció por sorpresa este miércoles unapausa de 90 días en la aplicación de los aranceles más altos que anunció la semana pasada a unos 75 países. Ahora aplicará parejo un arancel de 10% en estos tres meses de tregua, tiempo en el que espera negociar a su favor con las economías que, según asegura, llevan décadas aprovechándose de un intercambio comercial injusto para EU. Por el contrario, China sufrirá un gravamen aún mayor, de 125%, mientras que México y Canadá siguen exentos de tarifas (excepto los productos no cubiertos por el T-MEC). 

“He autorizado una PAUSA de 90 días y una reducción sustancial del arancel recíproco durante este periodo, del 10%, también con efecto inmediato”, declaró.

Según relató Trump, la decisión de la tregua la tomó por la mañana con su equipo económico, como “gesto de buena voluntad”

“Lo he estado pensando. Lo he estado tratando con Scott (Bessent, secretario del Tesoro), con Howard (Lutnick, secretario de Comercio) y con otras personas muy profesionales. Y creo que probablemente se gestó esta mañana, bastante temprano. Simplemente, lo redactamos”, explicó en un encuentro con periodistas en la Casa Blanca al ser preguntado por la razón por la que decidió dar un paso atrás en su ofensiva arancelaria.

Trump miente

El magnate republicano dijo que el mensaje “fue escrito desde el corazón; como algo muy positivo para el mundo y para nosotros. No queremos perjudicar a países que no necesitan ser perjudicados”

Sin embargo, el martes no pensaba lo mismo. Durante una cena de gala con el Comité Republicano en Washington, Trump se mofó de los países que ha pedido negociar con EU (incluido México) asegurando que le estaban “besando el culo”. El miércoles, tras justificar su marcha atrás, dijo que el paso tomado se debió a que “la gente estaba poniéndose nerviosa”.

En realidad miente. Quien se puso nervioso fue el propio magnate republicano, cuando comprobó la salida masiva de capitales de los bonos estadounidenses para refugiarse en otros mercados menos inestables, señal de alarma de que Estados Unidos podría encaminarse rápido a un “crack” financiero y luego a años de recesión. 

“Anoche estuve observando los bonos; son complicados”, admitió, en alusión al pánico de los inversionistas, “pero mira ahora cómo están”, declaró tras el regreso de la confianza de los inversores, luego de anunciar la pausa arancelaria.

De la depresión a la euforia en cuestión de horas

Tras una semana y media para olvidar, Wall Street vivió este miércoles uno de sus mejores días desde el cambio de siglo.

El índice tecnológico Nasdaq se disparó un 12%, algo no visto desde 2001, en un cierre eufórico que se aceleró en los minutos finales. Los otros dos índices batieron también récords: el S&P 500 escaló un 9.52%, y el Dow Jones un 7.87%, en un giro espectacular tras cuatro jornadas consecutivas de pérdidas. 

Se trata de la mayor subida bursátil de un solo día desde 2001 para el Nasdaq, en plena burbuja de las ‘puntocom’; en el caso del S&P 500 se remonta a 2008, en plena crisis financiera, y en el del Dow Jones es el mejor desde 2020, tras la pandemia de covid-19.

El bono del Tesoro a 10 años, cuyo rendimiento repuntó peligrosamente anoche hasta el 5.02%, un nivel no visto desde finales de 2023 y que sorprendió a los analistas, cayó la tarde de este miércoles al 4.34%.

El crudo, también de fiesta

El petróleo de Texas, que operaba por debajo de los 57 dólares el barril (lejos de la barrera de los 60 dólares para que sea rentable extraerlo), también dio la vuelta y subió un 4.65%, para superar los 62 dólares el barril.

Mientras tanto, el oro, convertido desde hace un mes en valor refugio, escaló otro 4% hasta 3 mil 108 dólares la onza, y el bitcoin avanzaba un 7%, hasta 82 mil 100 dólares.

Pero la jornada de infarto y confusión dejó entremedias un susto desagradable para los mexicanos.

Aranceles a México que van y no van

El secretario mexicano de Economía, Marcelo Ebrard, tuvo que dar un paso al frente para confirmar “oficialmente” que México no está incluido en los aranceles recíprocos del 10%, después de que el secretario del Tesoro, Scott Bessent, dijese que sí se les aplicaría la medida punitiva, algo que minutos después tuvo que desmentir un funcionario de la Casa Blanca.

“Desde Washington: me informan oficialmente que no estamos incluidos en los aranceles recíprocos de 10% anunciados el día de hoy. Saludos”, señaló Ebrard en un breve mensaje en las redes sociales.

Ebrard se encuentra precisamente en la capital estadounidense para sostener encuentros con su homólogo, el secretario de Economía de EU, Howard Lutnick, y funcionarios del área económica y financiera de la administración republicana.

Trump anunció en febrero que castigaría a México y Canadá -por considerar que no hacen lo suficiente contra la migración irregular y el tráfico de fentanilo- con un arancel del 25%, aunque congeló en marzo la aplicación de este impuesto aduanero sobre los bienes incluidos en el T-MEC y dejó la tarifa sólo para los que están fuera, como el acero, el aluminio y los vehículos.

A la espera de que llame Xi

Los aranceles del 10% de Trump, que suponen un alivio momentáneo para los países europeos (que tenían aranceles del 20% y sobre todo para asiáticos como Vietnam, con hasta 45%) contrasta radicalmente con la decisión del republicano de agudizar su guerra comercial contra China, a cuyas exportaciones les aplica ya hasta un 125% de aranceles,en respuesta al anuncio de Pekín de subir hasta un 84% los aranceles a los productos estadounidenses.

El magnate neoyorquino dijo que no teme una escalada con China, argumentando que EU “es más poderoso de lo que la gente puede entender”, pero sugirió que espera una llamada del presidente Xi Jinping para reconducir la guerra comercial entre ambas superpotencias: “Es un hombre que sabe exactamente lo que hay que hacer”.

“En algún momento, ojalá en un futuro cercano, China se dará cuenta de que la época en que estafaba a Estados Unidos y a otros países ya no es sostenible ni aceptable”, dijo.

Pero no todos los líderes mundiales lo ven de forma tan maniquea.

“Parece cada vez más una pelea de Trump y Xi”

Tras una mañana de infarto, el presidente brasileño Lula da Silva, dijo que “cada vez es más visible que es una pelea personal (de Trump) con China”.

Durante su participación en la IX Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), celebrada en Honduras, Lula criticó a los que consideran que Brasil y otros países deberían alegrarse de esta guerra comercial entre las dos superpotencias porque podrían colocar más fácilmente sus productos.

“No soy de los que me quedo esperando a que los otros peleen para obtener algún beneficio. Yo quiero un mundo tranquilo. No quiero una segunda Guerra Fría. No quiero guerra”, afirmó y reiteró: “No necesitamos una guerra. Ya sabemos lo que ocurrió con la Primera Guerra Mundial y con la segunda. Lo que puede ocurrir con una tercera es una locura, porque hoy no es con cañón y rifle. Hoy es con una bomba atómica. Entonces yo quiero paz y quiero comprensión entre Xi Jinping y Trump porque al mundo le conviene eso”.